IN THE FLESH (1ª Temporada)‏

En un mar de historias de apocalipsis zombie muy similares entre ellas es grato descubrir una premisa que aun no se hubiese explotado. No es una de esas premisas que en un intento de ser originales no tienen ningún puñetero sentido, sino una de esas que de tan obvias no sabes cómo no se le habían ocurrido a alguien. Hemos visto en más de una ocasión cómo un grupo de sufridos supervivientes buscaban o tenían la esperanza de que apareciese una cura para la plaga de los no-muertos. "In the flesh" nos sitúa precisamente en la premisa de que los muertos se levantaron de sus tumbas para comerse a los vivos y eventualmente se encontró una cura que permitía devolver sus recuerdos a los zombies y tratar de reinsertarlos en la sociedad. De este modo vuelven a ser los que eran... salvo por el detalle de que siguen estando muertos y deben tomar la medicación que los mantiene en posesión de sus facultades mentales.

Siendo una serie británica han tenido el acierto de no sobreactuar el tema y no alargarlo más de lo que merece. Son solo tres episodios en los que se plantean la nueva situación con parsimonia. Casi demasiada. Después de oír hablar muy bien de esta serie, llegué a sentirme decepcionado. La idea estaba muy bien, sí, pero no acababa de sentirme identificado con ningún personaje. No me acababan de conseguir que la vida en el remoto pueblo de Roarston me interesase. Se trata de un pueblo que esperó en vano la ayuda prometida por el gobierno hasta que tuvo que organizar una milicia ciudadana contra los no-muertos. Muchos perdieron a seres queridos en el alzamiento y ahora reciben con resentimiento a los zombies reinsertados. Por su parte nuestro protagonista, un muchacho que padece el Sindrome del Parcialmente Muerto (eufemismo inventado para la ocasión) regresa con su familia que no sabe como reaccionar e intenta fingir que todo sigue siendo como antes.

Tras dos capítulos estaba algo decepcionado, esperaba más, pero solo quedaba un capítulo, así que decidí verlo porque a pesar de la lentitud de la exposición y la relativa falta de carisma de los personajes la serie tampoco había hecho nada particularmente mal. Estaba claro que no era una serie de terror, ni tampoco de acción, era algo diferente, y eso siempre merece una oportunidad. El tercer capítulo compensa sobradamente todas las carencias de los dos primeros. Entonces comprendes porque nada te cuadra, los guionistas no han tenido en ningún momento la intención de contar una historia de terror o de aventuras. Es un drama. Una profunda reflexión sobre la muerte, sobre la pérdida y sobre el esfuerzo de los que son diferentes por encajar en algún sitio. Para los que murieron todo ha terminado. Para lo que vivieron una clase de lucha totalmente distinta acaba de empezar. 

Veredicto: 8,5 Dos capítulos bastante lentos conducen a una conclusión genial.