UN LUGAR AGRADABLE Y TRANQUILO, de Peter S. Beagle‏

Beagle es un escritor poco prolífico en extremo. Aun así logró hacerse un nombre en el género fantástico con una única novela: "El último unicornio". Qué un autor haya conseguido la consideración de clásico con un sólo libro debería dar una idea de su talla. Muchos años antes de alcanzar la fama con aquel libro, escribió el libro que nos ocupa hoy. Él mismo lo desprecia en el prólogo cómo algo que escribió siendo muy jóven. Poco original. Demasiado influido por otros autores. La novela nos habla de las preocupaciones del señor Rebeck, un hombre que abrumado por los azares de la vida, acabó viviendo en un mausoleo de un cementerio de Yorkchester. No ha salido de ahí en diecinueve años. Vive de la comida que le trae un cuervo, con el que comenta las noticias del exterior al que no se atreve a regresar. Su única otra compañía son los fantasmas, a los que ayuda a hacerse a la idea de que han muerto y que sólo les espera el olvido. Supongo que vosotros y Peter Beagle habéis leído infinidad de novelas con este argumento. Desde mi punto de vista dificilmente se puede calificar este argumento de "poco original".
Todo cambiará para el señor Rebeck cuando conoce a la señora Klapper, una viuda de acude frecuentemente a visitar la tumba de su marido. Por primera vez empieza a plantearse salir de nuevo al mundo exterior, que lo aterroriza. Paralelamente será testigo de la relación entre Laura y Michael, dos fantasmas que se resisten a olvidar la vida (no hay aquí cuentos azucarados sobre fantasmas que van al cielo, sólo van olvidando lo que era estar vivos hasta desaparecer por completo). Son dos historias de amor atípicas, sin grandes conflictos, dónde el único obstáculo son los propios miedos de cada uno. Es una novela pausada. Un paseo por un lugar agradable y tranquilo conociendo a los habitantes del lugar. Esta falta de conflicto hace difícil de recomendar esta novela. Los personajes están muy bien construidos y está maravillosamente escrita, pero puede dar la impresión de que no ocurre gran cosa en sus doscientas setenta páginas. Los aficionados a los dramas cotidianos pueden encontrar la novela demasiado fantástica y los aficionados a la fantasía echarán en falta prácticamente todos los elementos característicos del género. Los que a pesar de todo se lo tomen con calma y se limiten a disfrutar del paseo pueden descubrir un libro diferente a todo lo que han leído.

Veredicto: 7,5 Pese a todos sus méritos, puede que sea demasiado agradable y tranquila para más de uno.