A principios de los años sesenta una chica aspira que aspira a ser periodista regresa a su población natal, la pequeña ciudad sureña de Jackson. Allí observa la discriminación que sufren las criadas de color y decide intentar escribir un libro con los testimonios de alguna de estas mujeres. Por supuesto la mayoría de lo que tienen que decir sobre sus patrones no es bonito y nuestra protagonista descubrirá que pocas mujeres del servicio están dispuestas a hablar por miedo a perder sus empleos.
Tate Taylor, un director sin apenas experiencia reseñable, logra tratar con sensibilidad no sólo esos dos temas de derechos civiles (la emancipación de la mujer y los derechos de los afroamericanos) que ya se han tratado a menudo juntos, sino además habla del valor necesario para hacer cambiar las cosas en una sociedad conservadora. Y lo hace acertando en todos los campos. Dan fuerza a un guión soberbio toda una colección de interpretaciones magníficas, especialmente las de las dos criadas con más protagonismo, Viola Davis y Octavia Spencer, apoyadas por una Emma Stone que se sale por primera vez de sus habituales papeles de comedia blanda y que podría tener un futuro interesante cómo actriz dramática. También Bryce Dallas Howard está estupenda en el papel de la odiosa Hilly Holbrock, que capitanea la asociación de mujeres americanas que defienden a capa y espada su concepción racista del mundo. Con este excelente
la historia oscila entre el drama y la comedia logrando emocionar en ambos aspectos, con un pulso firme para lo uno y un humor inteligente para lo otro (porque es humor inteligente cuando logras pasear por todo el metraje un chiste sobre mierda, que además es central en la trama, y lo haces con clase y elegancia).
Veredicto: 9 La mejor película que he visto este año.
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