LEVIATÁN, de Paul Auster

Los finales son la parte más difícil de una historia. Cualquier escritorzuelo de tres al cuarto puede perpetrar un principio mas o menos interesante. Mantener el interés del lector durante el desarrollo se va haciendo crecientemente difícil, pero lo realmente complicado es pergeñar un final memorable. Paul Auster cae en la tentación de quitarse de en medio el final cuanto antes: empieza la novela volando en mil pedazos al protagonista en la primera linea. Al conocer el suceso, el mejor amigo del difunto decide contar la historia de los hechos que lo llevaron hasta la muerte. Así empieza lo que será una suerte de biografía fragmentaria del escritor de una novela de culto, Benjamin Sachs , según el punto de vista de su amigo y también escritor Peter Aaron (claro alter ego del propio Paul Auster ). Con ese pretexto nos lanzará un auténtico desfile de personajes e ideas geniales, muchas de las cuales podrían haber dado lugar perfectamente a una novela entera. Auster la...